ALERTA DE SPOILER. Tras una larga espera, la segunda temporada de “The Witcher” terminó generando una fuerte e inesperada polémica. Y es que la muerte de Eskel (Basil Eidenbenz) provocó la furia de los fans, principalmente, porque él no pierde la vida ni en la novela ni en los juegos.
De hecho, la polémica escaló tanto en las redes que su showrunner, Lauren Schmidt Hissrich, salió en los medios a defender su decisión. Lo que primero aclaró fue que no tenían, inicialmente, la intención de que muriera; sin embargo, vieron en este suceso una oportunidad para que motive a Geralt a seguir cierto camino.
Después de lo sucedido con Eskel, Geralt se da cuenta de que Kaer Morhen, que hasta el momento era su refugio, no estaba a salvo y tampoco Ciri. El suceso transforma el modo en que el protagonista ve el mundo y el espectador lo hace con él. Por este motivo, Eskel tenía que morir. “Teníamos que asegurarnos de que realmente nos estábamos dirigiendo a casa en ese punto, que el Continente está cambiando constantemente y, ¿sigue habiendo un lugar para los brujos?”, reflexionó Hissrich. De todas maneras, las explicaciones de la showrunner no dejaron satisfechos a los fans con continuan con las duras críticas.