En los últimos años aumentó exponencialmente el público que sigue las series nórdicas. Y en Netflix, atentos a esta tendencia, suelen incorporar con asiduidad diferentes títulos. Por eso a continuación te recomendamos cinco que no te podés perder.
Desaparecida en Lørenskog: En esta serie dramática de suspenso, basada en hechos reales, la policía de Noruega se enfrenta al caos mediático mientras intenta descubrir quién secuestró a la esposa de un multimillonario. Tiene cinco capítulos de un promedio de cincuenta minutos.
Entrapped: Es la secuela de la famosa serie islandesa “Trapped”. Andri (Ólafur Darri Ólafsson) e Hinrika (Ilmur Kristjánsdóttir) vuelven a trabajar juntos para encontrar al responsable de la muerte de un joven, Ívar (Auðunn Lúthersson), quien es asesinado por un golpe en el cráneo. Pero, el tema se complica porque el hombre pertenecía a una secta que está enfrentada a una banda de motociclistas. Tiene seis capítulos.
Case: Esta serie islandesa está catalogada como uno de los mejores y más realistas dramas criminales del 2017. Aborda con crudeza el tema de la prostiución de menores y abusos sexuales en la ciudad de Reikiavik. Un thriller en el que nada ni nadie es lo que parece, y que se engloba en el ‘escandinavian noir’, el género policial eslavo marcado por personajes complejos, herméticos y con un oscuro pasado.
Karppi: Este policial arrasó en Finlandia. La historia sigue a Sofia Karppi, una mujer de mediana edad, que se reincorpora a su trabajo como detective tras enviudar y quedar a cargo de sus dos hijos. El primer caso que debe resolver junto a su nuevo compañero, es el asesinato de Anna Bergdahl. Con sospechas que recaen sobre el marido de la mujer y una gran empresa constructora, la investigación desatará una cadena de sucesos que tendrán consecuencias devastadoras, para la ya complicada vida de Karppi.
Katla: Es un thriller que se ambienta en un mundo donde un año después de una erupción de un volcán subglacial, misteriosos elementos prehistóricos emergen del hielo derretido, lo que acarrea consecuencias imprevistas. El volcán, llamado Katla, rompe así la paz y tranquilidad de la pequeña ciudad escandinava Vik, declarándose así zona de peligro y pudiendo solo llegar al mismo cruzando el río Markarfljót. Lo que no se esperaba la gente es que el hielo derretido despertaría cosas del pasado que podrían cambiar el mundo.