“Gran Hermano” está entrando en su etapa final, luego de la salida de la Tora y de que Nacho ganó la prueba del líder, la casa cambió. El paso de los familiares les dio un poco de aire, en un momento donde los jugadores ya están cansados del aislamiento y del juego.
Uno de los seres queridos más polémicos de los participantes fue, sin duda, Rodolfo Castañares. El padre de Nacho no solo le robó parte del protagonismo a su hijo, sin que también lo empujó a jugar sucio. En “A la Barbarossa” lo tuvieron de invitado y el coach espiritual contó detalles de su paso por el programa.
“Con Nacho tenemos una relación excelente, estoy muy orgulloso de todo lo que está haciendo, es muy maduro para la edad que tiene y ha pasado un montón de obstáculos y que siga ahí y aguante es increíble”, confesó.
En cuanto a su rol dentro del juego Rodo aclaró “se escuchaban gritos constantemente, y muchas veces no se escuchan bien las cosas y se tergiversan. No fue estrategia, fue natural, cuando gritaron sobre Julieta y su novio Luca, yo fui y la apoyé porque cualquier comentario les afecta muchísimo”.
“Yo no la desestabilicé a Julieta, yo lo que hice fue contarle que habían vuelto a gritar, no le dije exactamente lo que era, solo mencioné que dijeron algo de Luca“, se defendió Rodo y reveló un episodio que no se vio de su partida“cuando salí de la casa, el domingo, en un corte, se me acerco a la mamá de Julieta y me dijo ‘Rodo son semanas muy complicadas, sinceramente, esto yo no se lo hubiera hecho a tu hijo'”.