En los últimos días Federico Bal volvió a estar en el centro de la escena porque, luego de que asegurara en el programa de su madre que no tenía intenciones de estar en pareja, cuarenta y ocho horas después blanqueó su romance con Flor Díaz, bailarina, que trabajó en la pista del “Bailando” y también fue pareja de Martín Salwe.
Pero hoy, el hijo de Carmen Barbieri, hizo una inesperada confesión cuando le preguntar si ya había buscado casa para instalarse en el verano en Mar del Plata, donde protagonizará “Kinky Boots”: “Este año casa no, voy a un departamento chiquito. Me enojé con los precios. Creo que es un tema de madurez financiera”.
“No puedo gastar más en la plata que piden por las casas -continuó el actor-. Los propietarios están completamente locos. Yo entiendo que el país está difícil, pero somos gente que está yendo a trabajar, tampoco estamos yendo de veraneo seis meses a Malibú, en California”. De esta manera se rompe la tradición que Bal venía cumpliendo año a año, de alquilar una casa muy grande a la cual invitaba muchos amigos y, también, eran muy famosas, y a veces criticadas, las fiestas que él organizaba.