Los indicadores de audiencia permiten a cada uno de los canales tener una idea de los gustos de su público. Es así que cada uno de ellos va modelando sus programas o las propuestas por venir según el interés del target de cada señal.

Hay un denominador común en todos los casos, temas que funcionan en materia de rating sin importar el canal, el horario o el público en cuestión. En el último tiempo, la televisión refleja mucha violencia que se ve todos los días dentro de nuestra sociedad en los hechos más cotidianos. La violencia física quizás es la más difundida, pero existen otras violencias: psicológica, sexual, económica, simbólica y mediática.

Lo cierto es que cada vez que aparece una discusión en televisión el rating sube. Ni hablar de las últimas semanas, donde desde el caso Bal Velez hasta los episodios de violencia explícita en la casa de Gran Hermano captaron altos niveles de audiencia.

Anoche la gala de GH tuvo dos picos de audiencia: uno entre las 22.30 y 23 con casi 10.5, en el momento que les mostraban a los chicos la reacción violenta de Lucas. El rating subió por encima de los 11 puntos cuando el ex de Lizy Tagliani salió de la casa por decisión de Jorge Rial. Lo más notable es que en la salida se escuchaba a muchas mujeres gritar “Lucas tiene aguante”, casi vivándolo después de haber sido expulsado por violento.

Lo mismo pasó semanas atrás en Intrusos cuando Federico Bal y Barbie Vélez fueron a desnudar sus trapitos más íntimos: supuesta violencia, golpes,  gritos, insultos y la marca más alta en lo que va del año para el programa de América.

La pregunta es: ¿ Por qué “garpa” en materia de rating la violencia en tv?. Algunos dirán que es rating morbo, otros que se enganchan por la fascinación del horror y los más osados que simplemente les divierte ver este tipo de cosas.

Para mi lo que no hay que perder de vista es que todo contenido violento tiende a producir imitación: cuando un programa televisivo muestra con detalle un comportamiento violento, ya sea Lucas amenzando, las fotos de Barbie golpeada o algunas notas de noticieros con detalles escabrosos, no refleja simplemente la violencia que hay en la sociedad: más bien la multiplica y la introduce en los hogares de millones de personas. De ahí a imitar lo que pasa en la tele porque justamente se lo ve en la tele, hay un solo paso.