Sin duda la casa de “La Maldición de Hill House” es una de las protagonistas del año. La serie de terror de Netflix dio muy buenos resultados y, en parte, se debe a la excelente atmósfera creada alrededor de la casa, que es el corazón de la historia.
Sin embargo, esa casa sí existe y si uno quiere hasta se puede casar allí. Está en el estado de Georgia, ubicada a pocos kilómetros de Atlanta, y fue construida a finales de los noventa. Pero, las versiones populares indican que los últimos propietarios huyeron cansados y asustados por distintos fenómenos paranormales.
El director de la serie Mike Flanagan buscó mucho tiempo en Georgia la locación perfecta para hacer los exteriores de “La Maldición de Hill House”, cuando casi por azar se topó con “Bisham Manor”. “Recorrimos el Estado de cabo a rabo y cuando la encontramos nos enamoramos de ella. Era elegante, hermosa, a la vez que misteriosa, rara, extraña e incluso esquizofrénica en su arquitectura”, afirmó Flanagan.
Los últimos propietarios de la casa, Neil y Trish Liechty, la adquirieron en 2013 en una subasta, y desde su llegada a la mansión cuentan que también sufrieron extraños fenómenos. Anteriormente había pertenecido a Peck Brumby, que la diseñó y construyó inspirándose en una casa de estilo Tudor de los años 20, en la que pasó su infancia en la cercana Atlanta.
Lo que sí es importante destacar es que en la serie de Netflix sólo aparece la fachada, todo lo que es interior es escenografía de estudio. En estos momentos la casa no tiene habitantes permanentes y está disponible para ser alquilada para eventos, como bodas o cualquier tipo de fiesta, y tiene un valor diario (de lunes a jueves) de cuatro mil dólares, y los fines de semana cinco mil por día.