Jimena Monteverde, que ocupó la conducción de Qué Mañana tras la triste noticia de la muerte del cocinero Guillermo Calabrese reveló el clima que se vivió en el programa sin el cocinero. “Traté  de que sea un buen día, pese a que fue un programa muy especial y muy triste; porque traté de ponerle la onda que tenía Calabrese, que tenía humor, que era divertido, traté de hacer algo de lo que era su cocina”. “La verdad es que estaban muy tristes todos, todo el equipo estaba destruido: los cámaras, los productores, todo el equipo técnico, fue realmente fuerte”, lamentó en diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad. 

Asimismo, marcó que “más allá de todo, cuando uno cocina, los primeros que comen son toda la técnica, y él tenía una onda hermosa, les enseñaba a los técnicas. Por lo que fue muy difícil y muy triste”. “Hoy estuve particularmente muy nerviosa, porque no quería transmitir la tristeza porque ese no era Calabrese, pero tampoco quería sobrepasarme de energía”, confesó Monteverde.

Contó entonces que “para el equipo fue un cachetazo, porque le habían encontrado la vuelta, la habían pegado, venían bien. Yo tuve un enorme desafío, y siento como que me faltaba la energía que me sacaba la tristeza de extrañarlo, de recordarlo de cuando trabajaba con él en el instituto del Gato Dumas”.

Describió entonces que “él era un maestro, un gran profesional, sabía todas las técnicas, era super culto, sabía de cine, de teatro”. “Le divertía ponerse pelucas, hacer chistes, era muy remador, la verdad es que nos da mucha lástima despedir a una persona tan joven”, sostuvo.