Maju Lozano renunció a su programa del Nueve, pero antes de despedirse le contó al público que había sido diagnosticada con trastorno de espectro autista. Esto generó una fuerte polémica en las redes ya que mucha gente, incluidos familiares de personas con este diagnóstico, dijeron que se banalizó el tema e, incluso, hubo quienes pusieron en duda al profesional que la trató.

Pero hoy en “A la Barbarossa”, Analía Franchín dijo contundente: “Más que distintos grados de autismo, hay distintos tipos y manifestaciones. Yo sé qué hay mucha gente enojada con esto que hizo Maju, pero quiero decir qué hay muchas personas que han sido diagnosticadas de adultos. No solamente de esto, también de Tourette. Entiendo que a las mamás. Yo ya conté, en distintas ocasiones, que tengo dos sobrinos con autismo y he visto situaciones tremendas. Sé que es una lucha para quienes tienen que lidiar con el sistema burocrático para conseguir autorizaciones, certificados y demás”.

“Ahora voy a poner el caso puntual de mi sobrino -continuó Franchín-. El más grande no tiene casi ningún tipo de problema sensorial, ahora el más chiquito no puede, por ejemplo, tocar una alfombra, no puede escuchar un ruido. De hecho tuvo una vez una desregulación muy grande por la bengala de una torta. Fue tremendo. Entonces Maju, la entiendo perfectamente, tenía ciertas manifestaciones sensoriales. A mí me contaron qué hay una sección de la radio que es de mucho ruido y ella se va, cada vez que llega, porque no toleraba eso. Tienen un nivel de sensibilidad diferente. Y entiendo que, muchas veces, siempre es tan difícil de diagnosticar todo lo que tiene que ver con la cabeza, que ella viene de una lucha de muchos años tratando de encontrar una explicación, porque era distinta, no encajaba”

Además Analía agregó: “Yo vi que algunas personas dijeron que ella contó que no se bancaba el color rojo y después ponen fotografías de ella con ese color, pero es que muchas veces se plantearía por qué no se lo banca al color y se lo pondría igual”.