En el último mes vimos como el programa Intrusos se convirtió en el tribunal televisado de casos vinculados según sus denunciantes en violencia de género.
Caso Bal Velez
Supuesta violencia de género, denuncias en comisarias, departamentos destrozados y la morbosa tentación de querer saber siempre un poco más sobre lo que le pasa a los famosos.
Toda la televisión y cuando digo toda es toda, desde los programas de espectáculos hasta los noticieros llenaron horas y horas y horas, especulando con el moretón de la nota de la revista Gente. ¿ Por qué? La respuesta es sencilla: porque MIDE.
En esta tele que se va a armando sobre la base del minuto a minuto, los programas en vivo estiran o acortan de acuerdo a los números de rating. Y este tema mide.
Barbie en Gente, Fede en Infama o Intrusos, habla Carmen, tweetea el padre y así se va construyendo una novela que no termina más con un contenido muy complejo: violencia de género. Denuncias de por medio, la Justicia dicta una perimetral, los dos al Bailando y polémica que se termina cuando ella decide dejar Showmatch.
Caso Escudero Amestoy
Ayer vimos como Silvina Escudero utilizaba Intrusos como un juzgado, haciendo varias acusaciones contra su ex Martín Amestoy. «Tener una persona que te dice que no podés ir de determinada manera vestida, que sos gorda, que tenés celulitis, que te creés linda porque sos ‘Silvina Escudero’, ¿eso no es violencia?», dijo entre otras cosas, hasta quebrarse. Ayer, el rating no acompañó como con en el caso de Barbie Velez, podríamos hacer miles análisis, la cosa es que la gente le dijo NO a una testimonio así.
Y no somos sólo los televidentes, la misma justicia pide los tapes del programa! Es lamentable pero aveces si no se llega al medio televisivo la justicia no actúa por si misma, los televidentes sólo estamos del otro lado creyendo o no, después queda en manos de los «grandes» o responsables de que cada denuncia sea tratada como se debe