Que estos son tiempos difíciles para la televisión no es ninguna noticia, que son pocos los programas que pueden surfear esta realidad de números bajos y pocas ideas, tampoco es nada nuevo. Estamos frente a una pantalla repetitiva, que arriesga poco, las caras son siempre las mismas y ni hablar de los temas e invitados.

Andy Kusnetzoff probó varios formatos hasta llegar al equilibrio que encontró hoy en PH: fue aquel joven irreverente de «Caiga Quien Caiga», luego se puso al frente del reality «El Bar», probó suerte con «Maldito Lunes», en el cable estuvo al frente de «Extreme Make Over» y en Canal 13 hizo «Argentinos por su nombre». Probablemente «Podemos Hablar» sea una mezcla de todos esos ciclos y él un promedio entre todos esos estilos.

El programa de los sábados de Telefe arrancó casi como una prueba, allá por julio de 2017, Andy decía: “Yo vengo de la tele y quería volver a la tele, quiero generar esa especie de empatía de encuentro con la gente, y PH se trata de eso, de las combinaciones de la gente, de sus opiniones, de su encuentro”.

Pero no solo logró generar empatía, sino que se adueñó de la audiencia de la franja que hasta ese momento estaba en manos de Mirtha Legrand. Probablemente «Podemos Hablar» sea una de las últimas apuestas en las que se pensó un formato para la tele. La combinación de invitados y las diferentes secciones (destaco Punto de Encuentro) hacen del programa de Telefe, un plan interesante para los que ven televisión el fin de semana.

La diversidad de sus mesas, sumado a un estilo amable pero a la vez curioso y mordaz de Andy hacen de PH de lo más interesante que la pantalla chica propone en los tiempos que corren. No es poco.